Sierra de Aralar, Navarra

Majadas de Aralar

 Hayedos de Aralar

 Cima de Irumugarrieta

 Cima de Aldaon

Travesía por la Llanada alavesa

 Nos planteamos completar el recorrido de 130 km en dos días empezando en Araia, donde dejamos el coche, Llegamos a Vitoria donde pasamos noche y volvimos por el sur cogiendo un tramo de la vía verde que enlaza Vitoria con Estella

 En la plaza de Agurain

 Campanario del pueblo de Uribarri

 Campo de alcachofas, no cruzamos con muchos cultivos como este, pero pocos de patatas

Camino que lleva al santuario de Estíbaliz

Astazus, pirineo oscense

Mendikat

 Al atardecer llegamos al camping de Pineta en el valle homónimo, a la mañana siguiente subiríamos dirección al balcón con la tienda de travesía, para pasar una noche en altura

Vaya subidita, eh????pues la bajada fué peor, mis uñas  fueron testigo de ello, moradas como berenjenas!!!

 En este vivac, dejamos la tienda y mochilas y tiramos hacia las cimas de la tarde

El Ibón de Marboré desde la cima, ahí abajo está nuestra tienda esperándonos para dormir.....

cima de Gran Astazou

Detrás de mí, la subida a monte perdido pero ese no era nuestro destino.

Un baño checo en el ibón de marboré, a ver quién da más!!! que está muy fría.....

Refugio de Tucarroya!!! subimos a verlo porque nosotros dormimos junto al ibón, está muy bien.
Aquí nos encontramos a dos parejas de jubiletas franceses, que habían pasado la noche en este nido de águilas, como quien va de casa rural.

Ungino, Álava

                                                                    Mendikat

 Muchas veces habíamos visitado la Sierra Salvada pero nos faltaba subir al Ungino y fotografiar su "ojo"

"the walking dead"......hacía un frío y un viento.......no me salvó, ni la chamarra de Jontxu!!

Cafelito caliente..............

Vía verde del Plazaola, Navarra-Guipúzcoa

 Dejamos un coche en la estación de tren de Lekunberri, y otro en Andoain, al final de la vía verde, con el que volveríamos a por el primero. La intención era completarla el día anterior, pero como no paraba de llover decidimos esperar a la jornada siguiente, el día de la travesía lucía un sol espléndido.

 Casi toda el recorrido pasaba por un ligero desnivel de bajada, por lo que se hacía muy fácil progresar.

 Vistas de Leitza