Dejamos un coche en la estación de tren de Lekunberri, y otro en Andoain, al final de la vía verde, con el que volveríamos a por el primero. La intención era completarla el día anterior, pero como no paraba de llover decidimos esperar a la jornada siguiente, el día de la travesía lucía un sol espléndido.
Casi toda el recorrido pasaba por un ligero desnivel de bajada, por lo que se hacía muy fácil progresar.
Vistas de Leitza
No hay comentarios:
Publicar un comentario